36 Horas Cuenta Abajo

Son las últimas 36 horas de Guevara las que recoge la obra. Prisionero en la escuelita del poblado de La Higuera, Bolivia; herido por el ejército boliviano; a horas de su muerte el Che defiende sus ideas y acciones, y termina por llegar a la incertidumbre moral, humana, de si todo no fue siempre como creyó que era. Esas horas cruciales, finales, son la ocasión urgente de un examen profundo en la vida de un hombre. Y el enfrentamiento consigo mismo, la revisión de una vida, es provocado por los cuestionamientos simples, pero directos, honestos, que le presenta la maestra del pueblo: Julia Cortés. El diálogo entre ambos es una verdadera batalla, de ambos, por avistar la luz entre las ilusiones, los equívocos, las certezas calcificadas. ¿Qué realmente se quería? ¿Qué realmente pasó? ¿Vimos las cosas como eran o como quisimos verlas? ¿Qué hicimos de nosotros? ¿Lo supimos? Entre los apremios de los militares, el tiempo se detiene para acoger a dos seres humanos que empiezan a entender un poco más los años y los trabajos que les tocaron en esta tierra… hasta que, trepidante, el tiempo corre y… se acaba.