Marcada por la muerte de su padre y por una madre que no le presta demasiada atención, una joven vive completamente encerrada en sí misma y sumida en el silencio. Sin embargo, gracias a la inmensa colección de discos que le dejo su padre, Pequeña Voz, es capaz de reproducir al cantar cualquier voz, desde Judy Garland hasta Shirley Bassey pasando por Marilyn Monroe. El nuevo novio de su madre, un buscador de talentos, se da cuenta de que la chica es una mina de oro, con tal de convencerla no dudará en recurrir a las tácticas más rastreras.